Las 10 ideas más importantes de «Superpronosticadores. El arte y la ciencia de la predicción» de Philip E. Tetlock y Dan Gardner

Quizás no sea el primer libro sobre pronósticos, pero sí quizás uno de los más influyentes, y sin lugar a dudas un libro que nos puede hacer ver nuestro día a día de forma diferente.

Narrado desde una perspectiva de primera persona y repleta de ejemplos, este superventas nos introduce en el mundo de la toma de decisiones, que nos puede ayudar no solo en el ámbito de nuestra vida personal o profesional, sino también a la hora de reconocer con mirada crítica las estimaciones de otros.

Nuestra vida al fin y al cabo (entre otras cosas) es una sucesión de decisiones, de estimaciones. Algunas irrelevantes, otras de vida o muerte.

No pueden ser solo 10 puntos principales, es imposible, pero van a ser los 10 puntos que más nos han llamado la atención de esta obra excelente.

1. Medir, medir y medir.

A lo largo del libro Tetlock y Gardner nos exponen algunos ejemplos de creencias del pasado no tan remoto, en el que la confianza en las propias acciones era tan alta que nunca se comprobaba la efectividad de las mismas.

El caso de Archibal Cochrane (Siglo XIX) es un buen ejemplo. La comprensión de la importancia de «medir» si ciertos tratamientos tenían éxito en el mundo médico estableció un nuevo comienzo para la medicina científica, tras miles de años dando por sentado que algo funcionaba porque otra persona así lo estaleció.

Este fallo que ahora nos parece tan evidente, es la mezcla perfecta entre ignorancia y confianza que podemos ver en otros aspectos de nuestro día a día… Aprended a identificarlo y además de una diversión será de mucha utilidad.

2. Interpretación de la probabilidad

No es intuitivo, no está en nuestros genes y por supuesto requiere mucha práctica actuar sin sesgos.

La interpretación de una simple probabilidad se nos hace cuesta arriba…. Pero pocos ejemplos lo dejarán tan claro como esta pequeña joya encontrada entre las hojas de este fabuloso libro:

Cuando un meteorólogo dice que mañana lloverá con un 30% de probabilidad y no llueve, no es un fallo.

Para decidir si dicho profesional es bueno o no deberíamos repetir ese mismo día muchas veces (retrocediendo en el tiempo), y comprobar si el 30% de las veces que dice que va a llover realmente llueve.

Como eso no se puede hacer, como alternativa podemos analizar muchas predicciones y comprobar que las establecidas con un 30% de confianza suceden un 30% de las veces. Las predicciones con un 20% de probabilidad suceden en promedio un 20% de las ocasiones…. Entonces diremos que la calibración es perfecta.

3. Dudar para acertar

Dudar de algo es tener en cuenta otros puntos de vista. Los mejores resultados de pronósticos se obtienen cuando todos los posibles escenarios, todos los eventuales sucesos y toda la información es tenida en cuenta.

La anécdota de cómo Estados Unidos falló al predecir que Sadam Huseim ocultaba armas de destrucción masiva en Irak es demoledora. Toda una invasión se decidía en base a algo que no era cierto.

No podemos expresarlo mejor que como lo cuentan en el libro, y nos debe servir para tenerlo en cuenta en todas y cada una de las decisiones importantes que tomemos: El fallo de concluir que Sadam tenía esas armas es entendible, pero ni siquiera considerar que no las tuviera es un fallo aún mayor.

4. Números en vez de palabras

Con todo lujo de detalles, nos cuentan la historia del recién creado departamento para estimaciones (un departamento básicamente para analizar la ingente cantidad de información que llegaba a los servicios de inteligencia estadounidenses, y ofrecer la mejor estimación posible de las circunstancias de cada caso).

Todo el esfuerzo destinado a dicho análisis finalmente se perdía en cada informe al utilizar palabras como «probable», «altamente probable», «casi imposible»,…

Cada persona que leía dichos informes tenía una percepción distinta para cada expresión.

Creedme, es mejor utilizar números, pero las autoridades de la época no lo vieron así. Se equivocaban.

5. La unión hace la fuerza

La agregación de pronósticos mejora la predicción final. Primero porque cada uno de los individuos puede conocer una parte de la verdad, y segundo porque los fallos aleatorios se anulan con la unión de muchas opiniones.

La independencia de juicios asegura que los errores son más o menos aleatorios y que se cancelarán unos con otros. El consenso no es siempre bueno. El desacuerdo no es siempre malo.

6. Juzgar erróneamente

Las personas tienden a pensar que cuando una decisión es seguida de un buen resultado la decisión era buena, lo cual no es siempre cierto. Se puede tomar una buena decisión y obtener un mal resultado. No hay contradicción ahí. Y al contrario también ocurre.

7. Cambiar lo difícil por lo fácil

Cuando nos enfrentamos a una pregunta difícil de contestar, tendemos a cambiar la pregunta a una parecida pero más fácil. Luego creemos que hemos contestado a la primera.

La mayoría de las veces se hace de forma inconsciente, ya que nuestro cerebro hace este tipo de cambios sin apenas darnos cuenta.

8. Puntuación Brier

La realidad no es blanco o negro siempre hay escalas de grises. Cuando decidimos que algo pasará (o no pasará) siempre debemos aportar la información numérica de confianza en tal predicción. Y verificar luego cómo de bien se nos ha dado.

La puntuación Brier nos permite «ajustar» y calcular cómo de buena es una predicción, teniendo en cuenta no solo lo lejos que estemos de la realidad ocurrida, sino también el grado de confianza con el que hagamos dicha predicción.

9. Nuestra nariz

Todos lo hacemos. Es natural…. todos vemos las cosas desde un único punto de vista porque no podemos verlo desde otro. Siempre vemos las cosas desde la punta de nuestra nariz.

Evidentemente hablando metafóricamente, pero está claro que todo lo vemos así. No podemos ver desde la cara (mente) de otras personas. Y eso es un obstáculo insalvable.

Pero no todo está perdido. Por lo menos ahora somos conscientes de ello.

10. Aprendizaje no tan profundo

Este libro, nos deja muchos conceptos con los que seguir pensando. Uno de ellos, ya casi al final del libro es el concepto de aprendizaje.

Ahora lo vemos con los algoritmos de aprendizaje automático, donde disponemos de un conjunto grande de ejemplos para que la máquina «aprenda».

Pero ¿no es un ejemplo sino una retroalimentación o resultado de algo? ¿No podemos decir que si estoy aprendiendo a tirar a canasta, el conjunto de cómo tiro y el resultado es un ejemplo?

El aprendizaje efectivo derivado de la experiencia no puede ocurrir sin una clara retroalimentación. Y cuanto más inmediata es más rápido se aprende.

Para aprender a montar en bici debemos subirnos a una. Para aprender a realizar pronósticos debemos realizarlos, y para aprender de los fallos debemos conocer que hemos fallado en primer lugar.

Frases

Advierto, son traducciones libres de frases del libro original en inglés. Si lees el libro en español es muy probable que la expresión sea diferente, pero el sentido será el mismo. Simplemente son frases o párrafos que nos han gustado, y que esperamos que os inciten a leer este libro que no decepciona.

No todo lo que importa puede ser tenido en cuenta, y no todo lo que puede ser tenido en cuenta importa.

Saber que no sabemos es mejor que pensar que sabemos lo que no sabemos.

Los planes son inútiles, pero planificar es indispensable. Eisenhower

«Lo que ves es todo lo que hay»: La madre de todas las ilusiones cognitivas.

Una decisión imperfecta hecha a tiempo es mejor que una mejor demasiado tarde.

Las creencias son hipótesis a comprobar, no tesoros a proteger.

Tener un significado es una necesidad básica del ser humano.

Todos los modelos son erróneos, pero algunos son útiles. George Box.

Hay dos tipos de personas en el mundo: aquellas que piensan que hay dos tipos de personas y aquellas que no lo piensan. Yo soy del segundo tipo.

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